Ni una más

Este proyecto comenzó en 2015 en una exposición colectiva en la Fundación Antonio Saura en Cuenca, una manzana clavada a la pared con un cuchillo, como un grito desesperado para hablar sobre las muertes de mujeres por violencia machista. A comienzos del año siguiente se realizó la instalación completa en la que pudieron verse 57 manzanas en la Fundación Valentín de Madariaga en Sevilla, en memoria de las 57 muertes oficales de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Esta instalación tiene un carácter anual, para visibilizar este drama.